Érase una vez una familia muy pobre que tenía un hijo llamado Charlie, al que le gustaba mucho el chocolate. La familia vivía cerca de la fábrica de chocolate más famosa
que pertenecía a Willy Wonka pero Charlie solo podía comer una chocolatina al
año, únicamente en el día de su cumpleaños. Un día Willly Wonka
hizo un concurso: cuatro chocolatinas estaban envueltas en papeles de oro y quienes las encontraran podrían ir a visitar la
fábrica, que nunca se abría. Cuando quedaban dos semanas ya habían
salido tres papeletas, pero el último día Charlie encontró dinero en la calle y compró dos
chocolatinas y en una de ellas estaba la papeleta. Al día siguiente los
cuatro niños fueron a la fábrica y Wonka les fue poniendo pruebas, todos
en el recorrido cayeron menos... Si quereis saberlo tendreis que llerlo el libro.
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