Trataba de un perro que vivía cómodamente, hasta que el que
se encargaba de cuidar al perro se lo vendió a un señor en la estación de tren.
El señor que había comprado al perro se lo llevó a Alaska
allí lo compró otro señor que era mensajero y tenía mas perros, pero esos
perros eran perros de tiro y estaban entrenados para ello, pero este perro no
había sido entrenado para ser perro de tiro.
Cuando el señor les daba de comer todos los perros se
peleaban por la comida menos él, hasta que aprendió que si no peleaba para
alimentarse, se morirá.
Pero un día el mensajero cruzó el río y se cayó al agua y se murió, el
perro lo paso mal y se fue y allí vio a un lobo aullando y quiso hacer como él
y ser como él.
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